
Todos recuerdan ese metro y medio de destreza. Habilidad pura. Derroche de técnica.
En nuestras mentes esta aquel partido en el que empezo a gritar en argentino "...parado!!, parado!!..." y como la defensa no habla su idioma, la defensa paró y nos metieron ese gol que tanto perjudicó nuestra clasificación.
Que gran maestro.
Ahora se lo vé, en los viñedos robando litros de garnacha para beberlos solitariamente.
1 comentario:
Yo es que no lo conozco.
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